La pobreza del alma de los pobres puertorriquenos



La pobreza del alma de los pobres puertorriqueños






Mientras leia las columnas de nuestros queridos periodistas Jose A. Delgado y Benjamin Torres Gotay pensaba en lo que ha estado pasando y le he recordado a nuestros compueblanos, que -el dichoso sueno americano- colapso.

Mientras deberíamos dedicarnos a unificar esfuerzos y crear conciencia de que somos nosotros los que tenemos que echar pa'lante el país, las rodillas nos tiemblan y caemos en Washington en donde no sabemos por que puerta entrar, porque desde que aterriza el avión hasta que llegamos, ya el pensamiento americano, esta conjeturando, para que vamos y porque venimos, si no es, a llorar por lo perdido.

Si bien es cierto, que el trato debe ser igual para los puertorriqueños porque la aportación nuestra es similar, tampoco es como para sacar fuera de contexto nuestras aspiraciones de salir del clandestinaje a que nos hemos sometido por tantos anos, aspirando siempre a fortalecer la colonia y creernos que el Estado 51 va a hacer el numero predilecto para que la economía eche pelos sin tener cabeza.

Pienso que el momento es idóneo para estrechar lazos de hermandad partidista y echemos a un lado las aspiraciones -de hoy puedo, mañana no- o de hoy prometo pero no puedo, o -encontré el país en bancarrota, pero no voy a tocar la corrupción-; me pongo la corbata roja o la azul, sin dejar la verde y la lila también- a la hora de la verdad, el pote eleccionario ($) es el mismo para todos por igual.

Ponerse de pie y hacer algo por el país, no es inyectar pobreza a la pobreza, no es perpetuar la campana desde que comienza un cuatrienio nuevo y entrar en el papel de la venganza, no, pero que tampoco es ser elegido y gobernar para seducir el ego manchado por los que tienen una agenda escondida detrás de su corbata.

Vamos a ponernos de pie, todo el país para encontrarnos con los nuestros, para amar y cuidar nuestra tierra, para vivirla con amor alrededor de nuestras montanas, valles y playas, vamos a trabajar por los nuestros y con los nuestros, no desafiemos al maligno, vamos a llamar nuestra tierra por su nombre, Puerto Rico, la Isla de Borinquen, la Isla del Encanto, ricos en cultura, en próceres, científicos, políticos, poetas, profesores, músicos, cantantes, artistas, comediantes, profesionales que han sabido capitalizar sus estudios y su don de inteligencia, deportistas; pero mas que todo vamos a combatir a la pobreza de la pobreza, a sentirnos orgullosos de caminar por nuestros propios pies y no dejemos que los juntes fiscales de ultimo momento manejen nuestras vidas,  No retrocedamos como dicen nuestros columnistas, vamos a capitalizar nuestros recursos e intelecto y demostrar nuestras capacidades de manejar nuestra tierra con gallardía.

Señor Gobernador,  en varias ocasiones usted ha visitado el Congreso y ha estado en Washington con la única intención de explicarle al Presidente Obama y a los Congresistas el estado comatoso en que nos encontramos en este momento y nos ayuden ante la crisis que se nos avecina.

Las respuestas son indefinidas pero las decisiones son estériles, hemos sido objeto de humillación, desprecio y discrimen.

Todavía sus pantalones aguantan para decirle al Congreso y al Presidente que -No podemos pagar la deuda porque no tenemos dinero, no lo tenemos.  No hay dinero.  Y ya que han carecido de respuestas entonces denos la libertad para nosotros manejar nuestro destino y luchemos juntos los puertorriqueños y así podamos ser mas competitivos relacionándonos con todos los países del Mundo.

Ser valiente, es de persona con propósito, lealtad a las cosas que creemos, lealtad a nuestra conciencia, lealtad a nuestro pensamiento critico y libre albedrio para hacer lo correcto por los nuestros, por nuestro país; no es claudicar, no es ser subversivo y menos terrorista.  El continuismo, detiene, mantiene y empeora.  Si los bonistas han podido vivir hasta ahora, un centavo mas, los humillaría.  Bonistas Ojo, tenemos puertorriqueños, empleados públicos que dejaran de cobrar sus miserables sueldos mensuales, por estar sumergidos en este debacle de muerte y que todos hemos sido cómplices, aquí no se escapa nadie.

En la tierra árida también se dan grandes frutos y flores, si cultivamos la tierra y la valoramos.  Las fotos aquí presentadas son testigo y ejemplo de lo dicho.


 A los estadistas le recordamos que ni el Congreso y sus amigos republicanos jamás le otorgaran la estadidad, y asumirán la responsabilidad de un país territorial en ruinas y quebrado, producto de los gobernantes de los últimos cuatrienios.

Se nos va la vida y la pobreza del alma de nosotros los puertorriqueños porque  tampoco seremos sepultados en nuestra bendita y querida tierra.


A todos los puertorriqueños, reflexionemos y aunemos esfuerzos para combatir los mercaderes de la ignorancia, trabajemos por nuestro país y para nosotros mismos, no confundamos el sentido de pertenencia confiemos en nosotros y no permitan que continúen tallando un Puerto Rico de mendigos.


















 

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