La Quijotada del Año de Ricardo Roselló


La Quijotada del Año de Ricardo Roselló.
Y lo peor de todo, no hay nadie pensante en la Legislatura, que diga -Basta Ya- a las palabras huecas, cínicas y poco prudentes del Gobernador al dirigirse a un país deprimido, ansioso, y esperanzado por escuchar realidades o metas a corto plazo que puedan dar esperanza a todos los puertorriqueños que vivimos deseosos de tener un mejor mañana.

Rebuscar palabras sería ponerme en el mismo lugar. Se limitaron a aplaudir (fueron sobre 70 aplausos) para las gradas porque es lo único que lo sustenta, ver su ego entre palmadas para sentir que el alboroto llenaría las expectativas de los que estamos sentados escuchando.

Error, nada más lejos de la verdad.

Los puertorriqueños pretendíamos escuchar un mensaje con matices reales y sonidos de altura, cátedra a la sensibilidad de todos.

Ver a un Gobernador leer, leer y leer, parecía que no había revisado el documento y luego reírse, como quien dice y dijo su papá cuando abandonó el país: “Ahí les dejo ese desastre, arréglenselas como puedan”.  Eso fue lo que percibí.

Su esposa, Beatriz, no dormirá de la emoción, caramba, pareciera como si ella fuera la gobernadora y no él, los adjetivos llovían y los aplausos tratando de dormir al pueblo porque solo los cuates abastecían su propósito.

Tristeza y desolación cuando la Junta de Control Fiscal le diga: Gobernador usted sufre de amnesia, estamos en Quiebra y usted está repartiendo lo suyo y lo mío, porque Señores, no piensen que la Junta, la Legislatura, los que tienen contratos los van a dejar, no, no, no; no piensen que, Santini, Vega Borges, Charlie Rodríguez, Elias Sánchez y muchos más van a dejar su guiso, no, no, no.

El truquito no se lo compraremos al Gobernador, pues si estaba pensando que somos de hierro y sus células madres difundirán el mismo, a otro perro con su jamón.

María le robo el tiro, porque hoy día no todos los puertorriqueños tenemos luz, no todos los puertorriqueños tenemos agua, no todos los puertorriqueños tenemos comida, ropa, carro, casa.  Puerto Rico no es una Isla Grande, usted tiene chofer, súbase a las montañas y barrios de nuestro país y vea con sus ojos las necesidades de la gente, no se limite a Washington a buscar la estadidad, porque lo que le van a regalar no es el pasaje para Puerto Rico, porque para colmo ese lo pagamos nosotros, usted sabe que le van a decir, y todavía le da la cara de pedir la estadidad y su pueblo padeciendo sin luz y otras necesidades, atienda su gente, que eso no está en nuestras prioridades.

El estatus de Puerto Rico no lo vamos a pedir, llegara cuando menos lo imaginemos, sin prisa y con causa.

Gracias a los puertorriqueños que lucharon con sus brazos y con las herramientas que tenían para subsistir en este Huracán María, que lo recordaremos por siempre; el Gobernador se limitó a buscar la estadidad y como no la ha conseguido procura mantener desviando la atención pero desprestigiándose y desinflándose cada día más.

“La vida nos enseña que lo único sustantivo en la vida para hacer que algo sea real, es la voluntad que tengamos para hacerlo”  lvt

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