SECRETARIO DE HACIENDA
Los pequeños comerciantes
(en peligro de extinción)
Estimado Secretario de Hacienda Juan
Zaragoza: Y Estimado Alejandro García Padilla
A mí me
deprime, cada vez que leo que han cerrado un negocio, un pequeño comerciante,
que se ha sacrificado, que en algún momento tuvo que haber aportado con el
sudor de su frente para beneficiar los que ahora, o hace cuatro años o los que
sean, los hayan invertido en miserables contratos a los políticos y amigos del
poder. ¿Acaso el gobernador está
autorizando a desmantelar lo que el en su emoción por la campana promovió con
bombos y platillos apoyar al pequeño comerciante?
Las
ejecutorias prudentes y firmes huelgan en el Departamento de Hacienda. Lo siento, usted me inspiro confianza al
principio de sus ejecutorias, pero lo cierto es, que el desgano se le pega a
cualquiera, vemos como se les va la vida a los dueños de los pequeños negocios
y me los imagino irse a su casa a llorar y pensar, que les llevare ahora a mi
familia, comeremos hoy o nos vamos para casa de abuela o tia Magdalena, a ver
si me ayuda aunque sea a derramar mis lágrimas en un vaso sin fondo.
¿Qué va a
ser lo próximo? Demoler las estructuras
y sembrar burbujas para que el viento se corone por romperlas, o sembrar
prudencia, equidad, animosidad, apoyo, lealtad y consideración al de aquí, si a
esos pequeños comerciantes que usted los mando a que agonicen en la miseria
porque su cuerpo y su fragilidad ante su condición languidece en medio de la
oscuridad.
Esperamos
respuestas positivas y alentadoras en los próximos días, no queremos perder la
confianza, en los que un día nos prometieron y la usurpación y la inmoralidad,
nos llevaron a dejar este país en tinieblas.
La vida está llena de oportunidades, lo que hay es que reconocerlas y
ejecutarlas, hágalas suyas y vera que bien se va a sentir durante el día.
Indignante,
pero tengo esperanza en que la justicia algún día se ampliara a los menos
afortunados.
Ah y no
piense que con lo que se ha dejado de recaudar corresponde a los pequeños
comerciantes porque no hemos visto que se han tocado los que agarraron el botín
y arrancaron como alma que lleva el diablo y dejaron las nubes negras con sabor
a desolación, esa es una, y lamentablemente tiene nombre y apellido, empresa donde
emplearon al pasado gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuno Burset. El que no quiera creerlo, léase la historia,
es una y es real. Pero continúen buscando
que esto no se limita a una sola, los mercaderes del botin no discrimina en los
colores.
No luzcamos
como leones en la noche, que cuando se lean este capítulo en la historia, los
recuerdos sean de humildad y regocijo.
La crueldad tiene sus consecuencias.
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