Mi paso por Puerto Rico
Cuando el atardecer no tiene límites
Salí a farandulear dispersándome por el Oceano Atlántico, salpiqué par de pueblos como Chiapas, Veracruz, Tabasco, continué mi rumbo Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Fui experimentando par de cosas, dejé recuerdos en cada sitio.
Con un silencio increible llegué, haciendome el bobo, coloque todo en el centro, acomodé y organizé mis paquetes y planté bandera angelical en las islas.
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Con mis caracteristicas de nombre español, decidí no participar, que la entrada era costosa, que hubiera sido vergonzoso para mí, arribar a un país donde no hay mucho que soplar; dije, no, no voy a entrar, me puse triste, pensé virar y dar el sorpresazo, pero dije no, mis capacidades y moral de nombre español, me limitan a ser injusto. Los vientos huracanados hace rato que llegaron y no voy a ser corillo a nadie. Las corrientes y las ráfagas las dejaron el viernes pasado, hoy quiero ser ilustre conmigo mismo, quiero respetar los niveles de angustia y desolación.
El amanecer provoca esperanza
Gritaba la gente, no te vayas, regresa, regresa, hice compra, la comida se me pierde, el arroz le da gusanos, y la habichuela gorgojos, los niños tienen que ir a la escuela, y yo tengo que ir al trabajo, porque me haces eso, ya se fue el agua, se fue la luz y no has llegado, que me hago, que triste, todo se pierde, gasté mi dinero, estamos frustrados, vira, yo te espero.
No Yo, Gonzalo, no soy de alta alcurnia, soy humilde, valoro los pueblos, no vengo a ser daño, entré en silencio, porque no sé hacer ruido, me voy con mi saco de agua a farandulear por el mar y a contemplar la marea, noté que para Puerto Rico está muy alta, pensé ayudar a bajarla, pero entonces me hubieran diagnosticado -rompe olas-y me salí de aguas profundas. Preferí aliviar la carga y dejarlos tranquilos, pues mis fuerzas provocan esperanza, el agua no viene mal, los árboles se caen porque ya no tienen fuerza, ese es mi trabajo ayudarlos a aliviar su carga y dejarlos ir, el viento limpia las montañas, los árboles y las plantas, estamos contaminados y forzados a exponernos a los viruses, limpiemos el país de los estragos del hombre, seamos fieles a lo que la naturaleza nos brinda, no forzemos a los disturbios tropicales, démosle paso a manifestarnos, no tienen que gastar, la ansiedad provoca enfermedades, ya tenemos muchas, la crueldad nunca es saludable. Provoquemos sinceridad, transparencia y ubiquemonos en tiempo y espacio, seamos fieles a nosotros mismos, protejamos la tierra, la gente, la familia, la amistad, la vida.
Gonzalo, Yo, me despido dejando conformidad, paz y sabiduríá y ofrezcamos este díá a jugar por la vida, por una de felicidad para el país, de luchas con sentido, donde los -amaneceres y atardeceres- sean la inspiración para una vida saludable y feliz. Llevo la carga más grande, dejo agua como una bendición y dejo el viento para que acaricie sus vidas. Mañana el sol saldrá diferente. Los dejo con mucho amor......Gonzalo.
Gonzalo fue un Huracán pronosticado para pasar por Puerto Rico en el 2014 y este escrito fue su legado.
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